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De la calandria

En un paisaje de adobes

y de piedras solitarias,

debajo de un cielo puelche

una calandria cantaba,

En el corazón tenia

una guitarra hechizada.

 

Cuantas cosas le salían

de su sangre enamorada,

todo el canto de la tierra

le cabía en la garganta,

que dios remoto y silvestre

le regalo tanta magia.

 

Era el triste de los yuyos

la huella de las aguadas,

era el estilo del viento

la milonga de las bardas

porque mil pájaros sabios

era la sola calandria.

 

Una vez regreso el río

con pifulcas desbordadas,

y sus viejas sinfonías

me repitió la calandria,

era una niña de cobre,

con un cacharro de lágrimas.

 

Donde anduviera con su canto,

de quien serán sus tonadas.

Con esta música vuelve

pero mi voz no le alcanza,

se me ha vuelto la calandria

una guitarra con alas.

 

Letra: Juan Carlos Bustriazo Ortiz

Música: Guillermo Mareque

               Délfor Sombra

Escuchar: ESTILO DE LA CALANDRIA

Interprete: DELFOR SOMBRA

Arriba: Calandria Real (Mimus Triurus) que habitan La Pampa.

Abajo: toldo ranquel, tipico del Oeste provincial

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